Personalidades de la política chilena cuestionaron este miércoles la decisión de la Corte Suprema de ese país de permitir en instalaciones militares la exhibición de los retratos de líderes de la dictadura, tras revocar su prohibición.

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Durante la conmemoración de los 51 años del golpe de Estado al Gobierno del presidente Salvador Allende, el máximo tribunal invalidó la sentencia de la Corte de Apelaciones, tras los argumentos de que las fotografías del almirante José Toribio Merino y de los responsables del cuerpo de la policía militar Carabineros, César Mendoza y Rodolfo Stange, son registros históricos.

Desde el Frente Amplio (en el Gobierno), la diputada Lorena Fríes calificó la decisión como un “retroceso en las garantías de no repetición” de la interrupción de la democracia en el país. “La exhibición de retratos de líderes de la dictadura, de autoridades, lo único que hace es darle algún grado de justificación a esos años oscuros que vivimos”, agregó.

Asimismo, enfatizó en que se debe “levantar una alerta sobre este retroceso cultural que ahora empieza a permear a las instituciones democráticas que han sido claras en fijar un consenso y un rechazo a lo que fue la dictadura y sus políticas de represión”.

Entretanto la diputada del Partido Comunista, Carmen Hertz, sostuvo que el fallo “legitima el negacionismo”. La resolución señala “que retratos de genocidas y mando superiores de políticas de exterminio son simples registros históricos”, manifestó, lamentando la decisión.

Además, enfatizó en que con este fallo “se ignora el derecho inalienable de un pueblo que ha sufrido la opresión, el derecho a la memoria”.

“Es una pésima decisión porque autoriza el uso de la imagen de personajes tan nefastos en la historia de Chile, da espacio a elogiar a sus figuras en un contexto donde tenemos una herida aún abierta”, condenó en tanto el diputado Diego Ibáñez.

Entranto, el vocero de la agrupación pro derechos humanos Memoria Histórica, Luis Rendón, afirmó a los medios locales que los retratos al óleo de personajes «no son simplemente para dejar registrada su existencia».

«Este tipo de obras busca enaltecer la imagen del personaje y en este caso, normalizan a personas responsables de políticas criminales», agregó.

La situación comenzó el año pasado cuando un tribunal chileno obligó a la Armada a descolgar un retrato del almirante José Toribio, uno de los miembros de la Junta Militar que gobernó junto a Pinochet, cuadro que se exhibía en uno de sus recintos navales y posteriormente otras instituciones como el Ejército y Carabineros (policía militarizada) también hicieron lo mismo con otras figuras del régimen.

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